A priori puede parecer que la renta fija no presenta riesgos pero esto no es cierto. Vamos a repasar los ocho principales riesgos de la inversión en renta fija.
Cuando invertimos, en este caso en renta fija, estamos poniendo nuestro dinero en determinados riesgos. Algunos de los más importantes son los siguientes:
Riesgo de liquidez
Este tipo de riesgo está relacionado con aquellos valores cuyo negocio se lleva a cabo por medio de un mercado secundario, puesto que existe la posibilidad de no poder cancelar lo que se ha invertido o realizar la venta de los títulos antes de que caduquen. Invertir en un mercado secundario no nos asegura la liquidez de los valores que estamos poniendo en juego, esto solamente será posible si se da el caso de una negociación activa o no existen creadores de mercado que asuman los compromisos.
Riesgo de crédito
Se trata de la probabilidad de impago que existe por parte de un emisor, como consecuencia del detrimento de su solvencia. Es un tipo de riesgo que no sólo afecta al usuario común, sino también a Países, los cuales también podrán suspender sus pagos. Por ejemplo, este fue el caso de Rusia a finales del siglo pasado, o de Argentina a principios de este. Es importante tener en cuenta que la solvencia es muy dinámica, ya que los emisores que actualmente son solventes, pueden dejar de serlo en un futuro cercano.
Riesgo de amortización anticipada
En este caso nos estamos refiriendo a la posibilidad que existe de que el emisor lleve a cabo su poder para amortizar de forma anticipada los títulos en un entorno bajista de los tipos de interés. Una consecuencia de este riesgo, es que el inversor no tenga opción de replicar la rentabilidad previa, por lo cual no le quedará más remedio que invertir en activos que dispongan de un riesgo parecido.
Riesgo de mercado
Este riesgo implica la posibilidad de que bajen los precios relacionados con los títulos de renta fija en el mercado secundario, a consecuencia de un entorno macroeconómico hostil y malas informaciones acerca del emisor. Realmente en este riesgo no son pocos los factores que pueden dañar nuestras inversiones.
Riesgo de cambio
Puede darse en el momento en el que un usuario que invierte realiza la compra de títulos de renta fija denominados en divisas, además de darse también en valores cuyo cupón se encuentra estrechamente relacionado con la evolución del tipo de cambio.
Riesgo de tipos de interés
Existe cierta posibilidad de que el inversor sufra pérdidas si la evolución de los tipos de mercado resulta desfavorable. El crecimiento de los tipos de interés tiene como consecuencia la caída del precio de los activos de renta fija. Este tipo de riesgo se hace mucho más evidente en el momento en que el plazo de vencimiento del valor crezca.
Riesgo de subordinación
Es la probabilidad que existe de tener pérdidas sustanciales en el caso de que el emisor realice una liquidación sobre sus valores, ya que estos tendrán mayor grado de prelación en situaciones concursales.
Riesgo de inflación
Cabe la posibilidad de que el dinero que invertimos en renta fija, tal y como ocurre en cualquier tipo de inversión, se vea gravemente afectado por la pérdida de poder adquisitivo como consecuencia de un aumento en la inflación.