Cuando decidimos llevar nuestro dinero a una entidad financiera, estamos materializando una situación mucho más seria de lo que en realidad pensamos, ya que estamos confiando “a otros”, nuestros ahorros. Es por eso que cuando depositamos dinero es importante estar suficientemente informados de lo que ello implica antes de firmar el contrato con el banco.
Los depósitos bancarios constituyen una forma de ahorro, protección contra la inflación y hasta incluso de hacer rendir nuestro dinero, manteniendo bastante acotado el riesgo asociado.
En primer lugar debemos tener en claro que tipo de depósito queremos contratar. Las opciones son muy amplias y van desde IPF con tipos fijos, aquellos vinculados a otros productos como fondos de inversión o asociados a planes de pensiones, los que se referencian a la bolsa, los que se contratar en divisas distintas al Euro, los que remuneran en especie, entre otros.
El siguiente punto a tener en cuenta es decidir cuanto dinero tenemos para invertir y como queremos hacerlo. Muchos ahorradores preferirán apostar todo a una oferta o diversificar su cartera de productos financieros.
Lo recomendable es diversificar la inversión en varios depósitos. Esta alternativa nos permite escoger varias opciones, con diferentes plazos, tipos de interés y características. Lo que es cierto es que si buscamos diversificar en varios depósitos para prevenir también ciertas inestabilidades, es bueno escoger alguno que ofrezca liquidez sin penalización en el caso de cancelar anticipadamente.
Esta estrategia de contratar varios depósitos también requiere de escoger muy bien la entidad financiera y ver ante todo las condiciones de la oferta. Recomendamos no ir a la primera propuesta, analizar la solvencia de la entidad, comparar si requiere de productos asociados, y sus formas de contratación.
Por supuesto no nos vamos a olvidar del tipo de remuneración de los depósitos. Si nos ofrecen un depósito que liquida antes de vencimiento, podemos ir haciendo nuevos ingresos, reinvertir ese dinero en otro depósito, para que siga generando intereses, y pueda batir la inflación constantemente y así evitar perder poder adquisitivo.
Nos vamos a encontrar que en el mercado las entidades financieras, tienden a favorecer a quienes deciden llevar su dinero por primera vez a su banco (llamado dinero nuevo), lo cual en diversas ocasiones nos veremos en la posición favorable de decirle a nuestro banco que nos ofrezca mejores condiciones con la amenaza de irnos a otra entidad.
Las entidades financieras entienden al dinero nuevo como los fondos que provienen de otros bancos o cajas, es decir el ahorro que está en la competencia o tenemos fuera de las cuentas o productos que tenemos contratado en la actualidad. Por lo tanto, es necesario en esos casos que incremente sus ahorros en el banco para que le ofrezcan las condiciones, y así el depósito se considerará dentro de los que requieren dinero nuevo. Punto clave si queremos sacar los mayores beneficios de nuestro dinero.