Estas ya cobran a sus clientes por aquellos depósitos bancarios cuyo valor es inferior a los 15.000 euros. En este sentido, las entidades de la Unión Europea continúan mostrándose reticentes a llevar a cabo este tipo de medidas.
No obstante, cabe destacar que hay países pertenecientes a la Unión en los que sí que se realizan, como es el caso de Alemania.
Dinamarca es el primer país en cobrar a clientes convencionales por sus depósitos
De esta manera, Dinamarca logra que se normalicen los tipos negativos de tal manera que ya no llama la atención el hecho de que las entidades bancarias no están ofreciendo remuneración alguna por los depósitos que tengan contratados. De hecho, han dado un paso mucho más allá y han comenzado a cobrarles por disponer de ellos.
En un primer momento, es importante recordar que este tipo de cobro se realizaba únicamente a empresas. Después, comenzó a imponerse también para aquellos clientes que disponían de una gran cantidad de dinero en sus depósitos. Finalmente, las entidades aplican este cobro incluso a los usuarios que disponen de un depósito con menos de 15.000 euros.
Esta medida es algo sobre lo que la mayor parte de las entidades bancarias pertenecientes a la Unión Europea no están siquiera considerándolo, a pesar de lo afectadas que se encuentran al no poder traspasar los intereses negativos. En el caso de Alemania, la situación ha llegado a tal punto que las entidades ya han puesto en marcha el cobro de depósitos a particulares que dispongan de una cifra de más de seis dígitos en ellos.
Los expertos aseguran que resulta una muy buena noticia que la industria bancaria de Dinamarca haya conseguido normalizar un asunto tan poco desarrollado en otras zonas europeas.
Ya no está causando ruido, lo cual es genial, afirman. En concreto, la CEO de Sydbank reconoce en una entrevista con Bloomberg que su superávit de depósitos ahora supera los 30.000 millones de coronas, cantidad que equivaldría a 4.000 millones de euros. Por lo tanto, no ve justo que clientes que disponen de la misma cantidad de dinero que ella, o similar, no cobren por ello.
Y es que Dinamarca ha llegado a tener los tipos de interés negativos por una mayor cantidad de tiempo en comparación a muchos otros países, a consecuencia de que el BCE los situase en el año 2012 por debajo de cero, con el objetivo de defender la paridad de la corona con el euro.
En aquel entonces, las entidades bancarias temían la peor de las reacciones por parte de sus clientes, aunque estos terminaron cediendo con el tiempo. En el año 2015, unas pocas entidades fueron las primeras en comenzar a cobrar a sus clientes. Actualmente, este cobro ya es una realidad en prácticamente todos los bancos del país, ya que estos imponen tipos negativos a las cuentas de depósito, tanto comerciales como minoristas.