Los trabajadores autónomos, al igual que los empleados por cuenta ajena, tienen derecho a recibir una pensión tras la jubilación. No obstante, las particularidades de su cotización y de su régimen específico hacen que existan algunas diferencias respecto a la pensión que perciben los empleados del Régimen General. En este artículo, se abordará cómo se determina la pensión de los autónomos y qué factores la condicionan.
Cómo son las pensiones para trabajadores autónomos
Los autónomos cotizan en España bajo el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), salvo algunas excepciones, como los profesionales colegiados que tienen sistemas propios. Las cuotas que los autónomos pagan mensualmente no solo les garantizan el derecho a la pensión de jubilación, sino también a otras prestaciones como la incapacidad temporal, maternidad, paternidad, entre otras.
Uno de los aspectos más relevantes para los autónomos es la elección de la base de cotización. A diferencia de los trabajadores por cuenta ajena, cuyo salario determina su base de cotización, los autónomos pueden elegir entre una base mínima y una máxima, lo que posteriormente afectará la cuantía de su pensión. Si un autónomo decide cotizar por la base mínima, pagará menos cuotas al mes, pero su pensión futura será menor. En contraparte, si opta por una base más alta, sus cuotas serán mayores, pero también lo será su pensión al llegar la jubilación.
La pensión de jubilación de los autónomos, al igual que en el Régimen General, se calcula en base a la media de las bases de cotización de los últimos años antes de la jubilación. A fecha de corte en 2022, se tienen en cuenta los últimos 25 años cotizados, aunque esta cifra puede variar si hay cambios legislativos.
Para tener derecho a una pensión de jubilación, es necesario haber cotizado un mínimo de 15 años, de los cuales al menos 2 deben estar dentro de los 15 años inmediatamente anteriores al momento de la jubilación. Para garantizar una pensión adecuada, se recomienda a los autónomos revisar y ajustar periódicamente su base de cotización conforme a sus ingresos y expectativas de jubilación. Considerar opciones complementarias de ahorro para la jubilación, como planes de pensiones o seguros de vida. Estar al día con las obligaciones de cotización, evitando periodos sin cotizar que pueden reducir la pensión final.
La edad legal de jubilación es variable y está en función del año de nacimiento y los años cotizados. Aunque la tendencia es que esta edad se incremente con el paso de los años, es esencial que los autónomos estén al tanto de la edad que les corresponde para planificar su retirada laboral y el inicio de su pensión.
Los autónomos también pueden optar por una jubilación anticipada, pero esto conlleva una serie de condiciones y penalizaciones en la cuantía de la pensión. Es necesario tener cotizados un determinado número de años por encima del mínimo exigido y aceptar que por cada trimestre adelantado se reduzca un porcentaje de la pensión.
En ciertas circunstancias, es posible compatibilizar una actividad por cuenta propia y el cobro de parte de la pensión de jubilación, lo que se conoce como jubilación activa. Esta opción permite al autónomo continuar con su actividad laboral reduciendo su jornada y percibir, al mismo tiempo, un 50% de su pensión.
Para las mujeres que hayan tenido hijos durante su vida laboral, se prevé un complemento por maternidad en su pensión. Este complemento tiene como objetivo recompensar los periodos en los que estas mujeres pudieron ver reducida su cotización debido a la maternidad.
Aunque no es una pensión como tal, es relevante mencionar la prestación por cese de actividad, a menudo comparada con el «paro de los autónomos». Esta prestación permite al autónomo recibir una ayuda económica en caso de que tenga que cesar su actividad por motivos justificados, como puede ser una situación de insolvencia o pérdidas graves.
Las pensiones, una vez reconocidas, son objeto de actualizaciones periódicas en función de factores como la inflación o la situación económica del país. Es importante que los pensionistas estén informados sobre estas revalorizaciones para conocer el incremento anual que experimentará su pensión.
Dada la complejidad de la normativa y las constantes actualizaciones en materia de pensiones, es aconsejable que los autónomos recurran a un asesoramiento profesional. Un asesor laboral o fiscal puede ofrecer orientación clara sobre las mejores decisiones a tomar en cuanto a cotizaciones y preparación para la jubilación.