2020, coincidiendo con la pandemia de coronavirus, fue uno de los años con mayor crecimiento del ahorro de las familias en España. Esto, es natural, y tiene mucho que ver, por un lado, con los periodos de confinamiento y la reducción del gasto, y, por otro lado, con el ahorro de miedo. Sin embargo, ¿Qué es lo que está ocurriendo en 2000?
Pues, de momento, y realmente contra todo pronóstico, el primer semestre del año, el ahorro de las familias ha continuado creciendo. Es cierto que lo ha hecho en menor porcentaje que en 2020, pero, por encima de la expectativa que se suponía al aumento del gasto tras la relajación de las medidas del estado de alarma.
Lo qué no debes esperar de un depósito en 2021
¿Pero merece la pena ahorrar en 2021?
Esto, significa, que de nuevo los depósitos a plazo fijo en los depósitos a la vista, a pesar de sus que se rentabilidad, han continuado acaparando una parte fundamental del ahorro de los españoles. Sin embargo, realmente, deberíamos comenzar a preguntarnos si el ahorro como tal, merece la pena o no durante el segundo semestre del año, y más concretamente, cara al nuevo curso que se acerca.
Teóricamente, en un contexto como el actual debería aumentar el consumo, algo que parece si va a comenzar a ocurrir en el segundo semestre, y debería comenzar a relajarse el ahorro del miedo. Sin embargo, curiosamente, lo que está ocurriendo es que el ahorro, además de los depósitos y a las cuentas a la vista, está volviendo a otro sector en el que tradicionalmente han confiado los españoles: la vivienda.
El aumento de los préstamos hipotecarios en el primer semestre del año ha sido muy notable. Muy por encima de 2020, algo previsible, muy por encima de 2019, y, de hecho, superando el colchón lógico de recuperación de las operaciones no realizadas en 2020.
Por otro lado, si analizamos, sobre todo en el segundo trimestre del año, las aportaciones a fondos de inversión, falta de datos relacionados con inversiones alternativas como criptomonedas, comprobamos como, de nuevo, el dinero está comenzando a fluir en dirección a la inversión.
Todo esto nos genera un esquema en el que, entendemos que, aunque una parte de los españoles, continúa ahorrando en dirección a productos garantizados o a no exposición del capital acumulado, tal y como se encuentra el mercado de los tipos de interés y las rentabilidades de este tipo de productos, cada vez son más las personas que envuelven a recuperar el impulso tanto a inversiones tradicionales como ladrillo, como a productos financieros establecidos como los fondos de inversión, y, probablemente, y a falta de datos, a inversiones alternativas.
Esto no significa que no merezca la pena ahorrar en 2021. Ahorrar es una acción altamente necesaria, y que se debe realizar en cualquier momento independientemente del destino del ahorro, que es, precisamente, la decisión final que, el usuario sobre el dinero que acumula.
