Según informaciones publicadas en diversos medios periodísticos, el Gobierno estaría pensando en elevar el IRPF en lo que respecta a las rentas de capital.
En concreto, según fuentes consultadas por el diario elEconomista, los planes pasan por subir el tipo fijo que grava a las rentas de capital, que actualmente establecido en el 18%.
La concreción se verá en los próximos Presupuestos Generales del Estado para 2010, que el Ministerio de Economía empezará a elaborar en breve. Los cambios de los impuestos no es algo nuevo: recientemente los impuestos especiales sobre los carburantes no profesionales y el tabaco han subido sus alícuotas.
En cuanto al IVA, parece descartado cualquier aumento debido a la baja de la demanda de bienes y servicios. Por ende, solo queda el IRPF para subir, aunque no se tocarían los tipos marginales del mismo, que hoy están en el 43%.
La modificación afectaría al tipo fijo que grava las rentas de capital -o llamadas también de ahorro-, actualmente establecido en el 18% y que se aplica sobre los rendimientos del capital que no se derivan de actividades económicas del contribuyente, es decir, intereses, dividendos, primas, participación en beneficios o rendimientos de activos.
Este hecho de gravar el capital suena bien para vender a la opinión pública una subida fiscal. Pero para aquellos que tengan sus ahorros depositados en un banco, desde un simple depósito hasta el más complejo de los fondos de inversión, será una bajada en la rentabilidad de los mismos.