Ahora que se acerca el inicio de un nuevo año, son muchos los que empiezan con una lista de propósitos. Estos últimos años, la crisis ha estado en boca de todos y aún estamos viviendo las consecuencias. Por ello son muchos lo que tienen algo de dinero ahorrado y deciden meterlo a un depósito. Una forma segura de que tu dinero te de rentabilidad sin que haya peligro de perderlo. Básicamente consiste en entregar tu dinero a una entidad bancaria durante un tiempo determinado, y cuando se acaba dicho plazo, se devuelve el dinero con los intereses correspondientes.
Hay una gran oferta de depósitos en todos los bancos, con distintas características para que cada uno contrate el que mejor se adapte a su bolsillo. Los plazos de los depósitos varían, pero generalmente el más demandado es el depósito a un año. Los intereses pactados en el momento de la contratación tienen que ser abonados en una cuenta del mismo banco, y pueden hacerlo mensualmente o al final.
Un depósito puede ser cancelado antes del tiempo establecido pero es importante tener en cuenta algunos factores, como qué pasaría en caso de cancelarlo. Normalmente el capital inicial no se vería afectado, pero sí los intereses a percibir. Planificar este ahorro es algo indispensable para elegir el depósito más adecuado y si necesitaremos en dinero a corto, medio o largo plazo. Algunos depósitos tienen una comisión no muy alta en caso de cancelación.
También es posible que a la hora de contratar un depósito, salgan otros mejores. Por ello hay que informarse en las sucursales sobre ellos. Es importante informarse sobre la tendencia de tipos de interés. Las últimas declaraciones del presidente del BCE, Mario Draghi, sobre la ralentización del crecimiento económico en la zona euro puede interpretarse como nuevas bajadas del precio del dinero, lo que llevaría a depósitos menos rentables, pero si se opta por periodos más largos de 2 ó 3 años, las circunstancias pueden cambiar en cualquier sentido.
También muchas entidades ofrecen mejores depósitos para nuevos clientes, son oportunidades muy atractivas pero que se agotan al vencimiento del producto, por lo que debemos ver si hay productos atractivos una vez finalizada esta oferta. Y es que a la hora de contratar un depósito hay que ver mucho más que la rentabilidad.
