La rentabilidad de los depósitos se ha visto mermada de manera radical en los útlimos años, sin embargo, es un procucto que sigue siendo demandado y contratado por los ahorros. En este contexto la pregunta es clara, ¿Por qué invertir en depósitos?.
Los depósitos un producto seguro
Tendemos a tener una memoria relativamente frágil en el apartado financiero, sobre todo, si no nos ha llegado a tocar el bolsillo. Esto significa que, aunque aún debiéramos tener presente lo cerca que se ha estado en varias ocasiones de intervenciones gubernamentales sobre los depósitos protegidos por los fondos de garantía, tal vez no fuéramos tan confiados, lo cierto, es que las quitas a los depósitos por debajo de los 100.000 euros (límite de cobertura de los fondos de garantía) no se han producido en nuestro país, y, tampoco tenemos la sensación de riesgo, mucho menos ahora, que desde otros países se percibía en ese sentido.
Dicho esto, resulta más que entendible que sean muchos los ahorradores que no desean exponer bajo ningún concepto su patrimonio, y más aún los pequeños ahorradores. En este caso la garantía implícita en el propio producto que suponen los depósitos, unida a la garantía del FGD es un argumento de peso, yY probablemente el más importante, a la hora de inclinar la balanza del usuario en la elección de productos de ahorro. Es la sensación de ganar menos sin arriesgar prácticamente nada o nada, algo que evidentemente resulta atractivo para muchos perfiles de ahorrador.
Poco rentables…¿o depósitos no tan poco rentables?
Aquí se abre un debate interesante y además muy de actualidad. La realidad es que si trazáramos una comparativa de la última década en relación a los depósitos nos sorprendería que de manera cualitativa probablemente estemos en uno de los momentos con mayor ratio de beneficio en dirección al usuario, sin embargo, esto queda ensombrecido en el cómputo cuantitativo ya que los porcentajes de rentabilidad son exiguos y las cantidades que se percibe también.
Hay varias explicaciones a este hecho. La primera de ellas de que ver por supuesto con los costes, aquí nos encontramos en una tesitura en la cual los depósitos generan mucho menor nivel de costes que antaño, lo cual sin duda es una parte a tener en cuenta cuando afirmamos que de manera cuantitativa los depósitos son hoy en día más rentables que en su época de imposición a 12 meses al 3%.
La segunda cuestión tiene que ver sin ningún género de duda con el precio del dinero, en la actualidad nos encontramos con mínimos históricos en el precio del dinero, con un tipo de interés al 0.05%, en los últimos años jamás la rentabilidad de los depósitos se había tenido que cruzar contra un tipo de interés tan bajo, por ejemplo, si hablamos del pasado año estamos hablando de tipos de interés al 0.75% o 0.50% obviamente muy lejanos y que, comparativamente, redundan en favor de la rentabilidad de los depósitos actuales comparativamente con la rentabilidad de los anteriores.
En el contexto anterior debemos también situar la importancia de las previsiones en relación a la inflación. Para el ámbito europeo se prevé el cierre del ejercicio con una inflación en torno al 06%, mientras que, no son pocos los analistas que sitúan en este caso el cierre de 2014 en nuestro país en torno al 0.2% de inflación. En un proceso de desinflación, cercano teóricamente a la deflación, realmente el objetivo de batir a la inflación con la rentabilidad de los depósitos (algo que siempre está en la base de la contratación de estos productos) puede lograrse a pesar obviamente de tratarse de unas circunstancias anómalas.
Ventajas de los depósitos
En primer lugar, hay que diferenciar a los depósitos en dos tipos: los depósitos de remuneración fija y los depósitos con remuneración variable.
Las ventajas de los depósitos de remuneración fija son las siguientes:
- No tienen ningún riesgo ya que la inversión está garantizada.
- Se obtiene una rentabilidad segura, conocida de antemano y, en algunos casos, muy alta.
- Es posible ahorrar desde cualquier cantidad. En algunos casos los depósitos no tienen importes mínimos.
- Se consigue el rendimiento desde el primer momento.
- Es la forma más sencilla de obtener rentabilidad de los ahorros.
- Están supervisados por el Banco de España.
Por otra parte, las ventajas de los depósitos referenciados son:
- No tienen riesgo. El dinero invertido se encuentra siempre garantizado, aunque no su remuneración.
- Están referenciados a la evolución de los mercados de capitales. Esto hace que tengan una alta potencialidad de rentabilidad superior en caso de cumplir con los posibles escenarios.
- Posibilidad de contratar un producto mixto
- Ofrecen invertir en la bolsa sin riegos de perder el capital inicial.
- Están supervisados por el Banco de España.
Con las altas ofertas de alta rentabilidad que estamos viendo en el mercado de los depósitos, y comparándolas con las que obtienen otros productos de inversión más complicados como fondos de inversión, acciones o warrants, entre otros, vemos que en este momento la opción recomendada, por seguridad y rentabilidad, son los depósitos de remuneración fija.
Por lo tanto, les ofrecemos los mejores depósitos del mercado:
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