Se trata de un tipo de depósito bastante diferente al que estamos acostumbrados a ver, y que permite al usuario conseguir una mayor rentabilidad respecto a sus depósitos bancarios. Aunque no suele ser una de las primeras opciones que los usuarios tienen en mente al buscar la rentabilidad en sus depósitos, ya que antes suelen pensar en depósitos bienvenida u online, entre otros, lo cierto es que el depósito referenciado nos puede dar una mayor rentabilidad si sabemos sacarle el partido adecuado.
Un depósito de estas características nos ofrece exactamente las mismas bases de garantía de capital y rendimiento que nos puede ofrecer cualquier otro depósito disponible en el mercado. La diferencia principal es que los depósitos referenciados prometen un rendimiento al cabo del tiempo muy superior al de los depósitos convencionales.
Depósitos referenciados
Es decir, lo que hace un depósito referenciado es juntar las características de cualquier depósito bancario con los conceptos de rentabilidad de ahorro e inversión que nos ofrecen otros productos bancarios por separado. Por lo tanto, una vez que comencemos a operar con nuestro depósito referenciado, este va a mostrar una referencia ligada al comportamiento de un determinado índice o valor, siendo ese mismo comportamiento totalmente determinante a la hora de sacar la mayor rentabilidad posible al producto financiero.
Este tipo de depósitos disponen de un amplio abanico de opciones para su funcionamiento, aunque generalmente se nos propondrá un tipo de rentabilidad que podrá aumentar o disminuir en función del comportamiento que muestre el índice o valor con el que estamos funcionando. De esta manera, nosotros operamos con un tipo de valor y acordamos previamente con la entidad bancaria que comenzaremos a obtener rentabilidad en base a los beneficios que dicho valor produzca.
Si las previsiones se cumplen y el valor aporta beneficios, nosotros conseguiremos la rentabilidad pactada. Por el contrario, si el valor no consigue los beneficios que se habían calculado de antemano, no debemos preocuparnos, porque el dinero que tenemos en nuestro depósito referenciado no se va a ver afectado de ninguna de las maneras. Lo único que ocurrirá es que obtendremos un nivel de rentabilidad muy inferior al que planeábamos conseguir en un primer momento, que de hecho suelen ser cantidades muy similares a las que hubiéramos conseguido de tener un depósito convencional.
En otras palabras, haciendo uso de un depósito referenciado, en la mayor parte de los casos vamos a conseguir obtener una rentabilidad muy superior a la que dispone la media de usuarios que contratan otro tipo de depósitos en el mercado. Pero, si las previsiones sobre el valor con el que operamos no se cumplen debidamente, obtendremos una rentabilidad que incluso puede llegar a ser inferior a la que obtiene la media habitualmente.
Los expertos recomiendan que no hagamos uso de este tipo de depósitos como única opción para ahorrar, ya que los depósitos normalmente no aportan un gran nivel de rentabilidad, y aunque este suele aportar más que la mayoría, al depender de la evolución del mercado no vamos a obtener la cantidad de rentabilidad deseada siempre.
La mejor manera de hacer uso de un depósito referenciado, es usarlo como parte de una cartera de ahorro, de forma que logremos diversificar nuestro capital al aportar un valor añadido, sin aumentar las condiciones de riesgo y pérdida de la misma.