Depósitos a 4 meses cómo son dónde encontrarlos
Los depósitos bancarios siguen siendo una opción más que interesante para los ahorradores que buscan proteger su dinero ante los vaivenes del mercado. Es cierto que un depósito a cuatro meses hoy en día dista mucho de ofrecer la rentabilidad que ofrecía hace tan sólo dos o tres años, pero, en cualquier caso, los depósitos a cuatro meses siguen existiendo y ofreciendo ese modelo de ahorro garantizado que gusta a muchos ahorradores.
Como vamos a ver a continuación los depósitos bancarios a cuatro meses no gozan precisamente de muy buena salud en cuanto a la cantidad de oferta: hoy en día estos depósitos se puede encontrar prácticamente con los dedos de una mano ya que han cedido protagonismo a otras opciones bien más a corto plazo como los depósitos a tres meses por ejemplo, o bien a muy largo plazo con depósitos a partir de un año o plazos superiores.
Realmente las zonas intermedias de imposición, aquellas que van entre los tres meses y los nueve meses son las que más han visto retroceder el volumen de oferta en los últimos cinco años. Por lo que resulta desde luego complicado encontrar un nivel de oferta de depósitos a cuatro meses similar a la de otras imposiciones.
En este post te mostramos el ranking de depósitos a largo plazo
Qué tener en cuenta antes de elegir un depósito a 4 meses
Evidentemente hay una serie de cuestiones que siempre deberemos tener en cuenta antes de elegir un deposito a cuatro meses. Realmente se trata de las mismas cuestiones que debiéramos aplicar ante cualquier otro tipo de depósito, por eso vamos a simplificar un poco este apartado acercándonos a las tres condiciones fundamentales que siempre debemos tener en cuenta antes de contratar un deposito, bien sea a cuatro meses o a cualquier otro periodo de imposición.
¿Me conviene el plazo del depósito?
Sin duda esta es la cuestión determinante, o al menos, debiera ser la cuestión determinante. Muchas veces nos fijamos en otros aspectos como la rentabilidad (lógicamente) o las posibles penalizaciones al rescate del producto (también lógico) pero realmente en primer lugar siempre debiéramos determinar si el plazo al que se nos propone el depósito es verdaderamente adecuado para nuestras finanzas personales.
Si bien es cierto que las penalizaciones por rescate anticipado se han ajustado bastante en los últimos años, desde luego cuando aportamos dinero a una imposición a plazo lo que buscamos es obtener una rentabilidad y no inmovilizar el dinero, es cierto también que en los tiempos que corren hay ahorradores que se conforman simplemente con que su dinero no se devalúe, es decir, aceptar rentabilidades bajas que permitan mantener el poder adquisitivo del ahorro, pero, todo esto, tanto la opción de obtener una rentabilidad por baja que sea, como en su defecto de batir a la inflación por ejemplo, puede verse anulado ante un rescate anticipado de un producto… Es decir, podemos perfectamente anular aquel efecto que buscamos obtener para nuestro dinero por un mal cálculo en el plazo de la imposición.
El plazo de un depósito nos va a convenir siempre que tengamos claro que durante ese periodo de tiempo salvo circunstancia no controlable por el ahorrador, no vamos a tener que echar mano del dinero aportado a la exposición. Hechos los cálculos y si el plazo es aceptable para nuestro bolsillo, debe venir la segunda condición a la que atendernos antes de contratar un depósito a cuatro meses.
¿Cuánto dinero aporto a mi depósito a cuatro meses?
Por supuesto esta segunda cuestión también es muy significativa. Es cierto que los depósitos proporcionan esa garantía de seguridad sobre el ahorro que otros productos no ofrecen, pero, esa protección que ofrece el Fondo de Garantía de Depósitos se encuentra limitada a un máximo de 100.000 €, y este máximo no hace referencia a un único depósito, ni siquiera a un único modelo de ahorro ya que hay otros productos que también suman para alcanzar ese máximo de protección. Es decir, si tenemos un depósito contratado por 90.000 € y otro depósito contratado por 40.000 € no tenemos una protección total sobre ambos productos, el fondo de garantía de depósitos nos ofrecería en todo caso una cobertura máxima de 100.000 €… Claro está nos encontramos hablando de una situación extrema de colapso del sistema bancario, pero, hay que recordar que no hace tanto tiempo en nuestro país se hablaba de manera muy abierta sobre la posibilidad de quitas a los depósitos, estas quitas siempre se realizarían en primer lugar sobre las cantidades por encima de lo garantizado.
Esto quiere decir que si realmente estamos aportan una cantidad de dinero superior a la que se encuentra protegida meramente por el hecho de la protección tal vez debiéramos plantearnos otras opciones, ojo, los depósitos siguen siendo a todo efecto un producto seguro y hoy por hoy no estamos de ningún modo en la misma situación que hace tres o cuatro años para tener miedo, menos en plazos tan cortos como los cuatro meses.
En general todos los especialistas muestran como un buen camino para el ahorro el hecho de combinar diferentes opciones, es decir apostar por los productos garantizados como los depósitos pero incorporar también a nuestro ahorro ciertos elementos de inversion que, perfectamente, también pueden orientarse a un ahorrador conservador, por ejemplo fondos de inversión monetarios o de renta fija, o productos más flexibles como las propias cuentas de ahorro.
¿Dónde contratar el depósito a cuatro meses?
esta sería la tercera cuestión a tener en cuenta. Hoy en día los depósitos a cuatro meses tienen muy poca oferta por lo que realmente tampoco hay mucho que pensar. Si trasladamos esta duda a cualquier otro plazo de imposición con mayor nivel de oferta la duda cobra tal vez más sentido.
En cualquier caso hay que tener en cuenta que estos plazos cortos en muchas ocasiones tienen que ver con promociones o con productos vinculados a posteriori, es decir, se nos propone un producto que nos ofrece un buen rendimiento durante un plazo de tiempo determinado pero que nos vincula posteriormente a otros productos de ahorro tal vez menos interesantes, estas vinculaciones cuando no exigen permanencia pueden ser interesantes pero, como siempre, hay que leer la letra pequeña para tener claro lo que hemos contratado.
Como el lector se habrá fijado no hemos incluido la rentabilidad dentro de las tres condiciones básicas antes de elegir un depósito. Esto tiene razón de ser sobre todo si tenemos en cuenta que hoy por hoy la rentabilidad de los depósitos es lo suficientemente baja como para no generar una pelea excesivamente elevada por los intereses ya que, aquellas ofertas de mayor rentabilidad generalmente van acompañadas bien de un modelo de ahorro ajeno al sistema de garantías en nuestro país (lo cual no implica que no posean garantías) o conllevan un grado de vinculación determinado que no siempre es atractivo para el usuario, por ello aunque la rentabilidad evidentemente sigue siendo importante, hoy por hoy no es definitivamente un factor determinante en todos los casos.
¿Para quién son los depósitos a 4 meses?
Un depósito a cuatro meses realmente genera un plazo de exposición muy particular. No se trata de un depósito tan a corto plazo como los depósitos a un mes o menos, pero tampoco lo podemos considerar un producto a medio o largo plazo.
Realmente, tanto por el volumen de oferta como por sus propias características, los depósitos a cuatro meses debieran ser englobados dentro de la oferta de depósitos a tres meses como una extensión de este plazo de imposición.Si nos fijamos en el ranking que incluimos al final del artículo, vemos que la oferta hoy en día es muy escasa y que prácticamente no genera entidad propia como puede ocurrir en el caso de otras imposiciones.
Por eso mismo el depósito cuatro meses puede ser igual de interesante para el usuario dispuesto a la contratación de un depósito a tres meses, y también, puede resultar igual de poco interesante para quienes no buscan aumentar mucho más allá los plazos de imposición.
Generalmente se trata de depósitos que, o bien pretenden aprovechar una promoción un impulso comercial determinado de la entidad con una oferta de rentabilidad amplia, o, depósitos que se pueden considerar de transición entre inversiones o imposiciones a más largo plazo, e incluso, como puente previo a la contratación de otros productos, puente que durante este periodo de tiempo remunera en mayor medida gracias a la promoción.
¿Merece la pena contratar depósitos hoy en día?
Si realizáramos una comparativa entre la rentabilidad de los depósitos hoy en día y la que éstos ofrecían hace tres años vamos a sorprenderlos de manera negativa sin ninguna duda. Debemos tener en cuenta que muchos depósitos aún existentes hoy en día han retrocedido en su rentabilidad hasta más de un 400% en menos de cuatro años, es decir, una caída espectacular de la rentabilidad.
Esta realidad de los depósitos con rentabilidades a la baja debiera en principio según las leyes del mercado apuntar a una caída generalizada de la confianza de los ahorradores y la búsqueda de otros productos, y curiosamente, esto no ha sido así.
Si bien es cierto que en los últimos dos años se ha retraído el volumen de aportaciones a depósitos y aumentado el patrimonio de otros productos, por ejemplo los fondos de inversión, no es menos cierto que los depósitos siguen siendo una de las espinas dorsales del ahorro y que los usuarios medios, pese a la evolución del ahorro garantizado, siguen apostando por estos productos.
Existen muchas explicaciones para este fenómeno, una de ellas un importante, es la de una cultura financiera acostumbrada a lo tangible, en la que tras la decepción del ladrillo, el usuario sigue apostando por productos en los que mantiene la confianza basada en la garantía, existiendo aún mucho miedo a la inversión con riesgo o productos que aportan novedades en cuanto a su funcionamiento, algo por otro lado comprensible si tenemos en cuenta lo ocurrido con la mala praxis bancaria en productos como las preferentes que desafortunadamente tan presentes han estado en nuestro país.
Apostar por los depósitos, sea a un plazo de 4 meses o sea el plazo que sea, sigue siendo una opción abierta para el usuario que desconfía de movilizar su dinero en dirección a otro tipo de productos que asuman determinados riesgos. La garantía de protección del dinero (hasta 100.000 € por el fondo de garantía de depósitos) más el carácter garantizado de los depósitos, viene a ser justificación más que suficiente para ese perfil tan amplio de ahorradores que siguen y seguirán de momento apostado por esos productos.
Depósitos a 4 meses
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