Suben algunos depósitos, pero no todos ni todos los plazos
Un análisis interesante del cierre de pasado semestre, en cuanto productos financieros se refiere, es comprobar cómo algunos depósitos bancarios han aumentado sus intereses, algunos, de hecho, de manera notable. Sin embargo, lamentablemente, no parece que estemos ante una tendencia, aunque intentaremos entender lo que ha ocurrido.
En el repaso de los productos financieros de las principales entidades bancarias de nuestro país, podemos ver como algunos tipos de depósito bancario ha tenido una rentabilidad creciente a lo largo del primer semestre que, ha concluido en algunos casos con una subida realmente notable en los intereses.
Por ejemplo, aunque no se ha dado en toda la oferta de depósitos a 12 meses, podemos comprobar cómo en algunos casos, se ha pasado una rentabilidad en enero de 2021 del 0,05% hasta rentabilidades que rozan el 0,50% al cierre del semestre. Esto también se ha trasladado a algunos depósitos entre 12 meses y 24 meses, aunque en menor proporción.
¿Aumento de intereses con truco?
Aunque falta por analizar todo el resto del año, y faltan aún meses para su cierre, en cierta medida si podríamos estar hablando de un aumento de intereses con truco. Incluso, por otro lado, con esas subidas, los depósitos no son competitivos y, además, las subidas, no alcanzan a todos los tipos de depósito, de hecho, los depósitos a corto plazo y los depósitos a más largo plazo apenas han visto variaciones en los intereses, o desde luego no las han visto en la misma proporcionalidad.
Entonces ¿dónde estaría la clave? Pues hay diversas lecturas. La primera de ellas, muy interesante, nos lleva a analizar el último informe del ahorro de las familias españolas. En este informe, lo que encontramos es que, el oro de las familias españolas se ha dirigido en mayor medida a las cuentas a la vista que los depósitos. Pero, más aún, los depósitos han bajado de manera notable y contundente el volumen de captación de nuevo fondo. A cierre del año pasado éste se situaba en torno a los 1700 millones en nuevos depósitos, a cierre del primer semestre no supera los 700 millones, con lo cual, incluso en una proyección muy positiva el segundo semestre, parece difícil alcanzar las cifras de 2020.
Más aún, por primera vez, el volumen de depósitos en España es menor de 100.000 millones de euros. Para situarnos lo que esto supone, en 2013, el volumen de los depósitos era de 400.000 millones de euros.
A lo anterior hay que sumar otro elemento importante, la caída y falta de interés en los planes de pensiones. La reducción de la cantidad de aportación anual bonificada por la tributación especial de los planes de pensiones, de 8000 € a 2000 €, está afectando de manera muy notable a las aportaciones a los planes de pensiones. Falta por ver, el final de año, momento estrella de los planes de pensiones, pero todo apunta a que la captación de nuevos fondos va a ser realmente baja.
Y en este contexto, es donde tal vez debemos entender la subida de la rentabilidad de los depósitos a un año y en menor medida hasta dos años. Puede ser un movimiento que busca la atracción de parte de ese dinero que se ha ido de los depósitos, y que, previsiblemente, se va a ir también de los planes de pensiones. Obviamente debemos esperar a fin de año, pero, todo apunta a que es más un movimiento comercial que un movimiento de tendencia de aumento del valor de los rendimientos en el depósito bancario.